› SEPTIEMBRE 2012
Calcárea carbónica
Por el Dr. Gilberto Quintero
Los individuos Calcárea carbónica se caracterizan por una lentitud a todos los niveles de su existencia: lentitud en movimientos, para aprender, para adaptarse, para crecer y desarrollarse, lentitud metabólica y vital; son lentos para reaccionar y para expresarse, lo cual puede degenerar en limitación intelectual de diferentes clases, aunque en otros muchos casos suele encubrir una mente aguda, inquisitiva, confrontadora y penetrante. Debido a esta lentitud esencial, los individuos Calcárea, tanto varones como mujeres, suelen ser pasivos y aparentemente conformistas. En este sentido, el homeópata puede pensar que a esta persona le hace falta iniciativa y que toma, ante la vida, una actitud totalmente indiferente y receptiva. Sin embargo, no es así, su lema vital podría ser “lentos pero seguros”, porque a final de cuentas estos sujetos, con paciencia y tenacidad, con perseverante calma, logran más que otras personalidades más aguerridas y ambiciosas.
Son muy impresionables y extremadamente sensibles a todo, lo cual, en estados de estabilidad, genera una muy buena memoria y solidez mental. Sin embargo, una característica constante es que las historias horribles lo afectan profundamente, a la gente Calcárea no le agradan los hechos violetos, las descripciones cruentas ni las descripciones escatológicas o viscerales; como a las Magnesias, los conflictos le perturban, pero es capaz de poner límites y mantenerse al margen. Para estos sujetos es muy importante el trabajo así como sus deberes cotidianos, pero no son ni competitivos ni ambiciosos en el sentido en que la mayoría de la gente lo entiende. Sólo desean paz y estabilidad.
Los individuos Calcárea carbónica son estoicos ante la vida, como Baryta carbónica y, en general, todos los carbónicos. Son conscientes de sus limitaciones, se saben lentos en relación a un mundo presuroso y acelerado, demandante y acelerado. Muy ansiosos y llenos de temores (el Repertorio contiene alrededor de 60 rubros), estos pacientes mientras más se desestabilizan más vulnerables se tornan: el temor a la locura (a perder el control) y a que los demás observen su condición, es decir, que se percaten que está mal, es uno de sus temores más significativos y un buen símbolo vital para entender su condición existencial, además hay miedo y ansiedad por su salud, a la pobreza, a oír malas noticias o, relacionado con su naturaleza impresionable, a ver cosas crueles. Miedo a los animales de todo tipo, especialmente a los insectos y a las arañas.
A nivel físico, son individuos generalmente friolentos, un tanto obesos, de fibras muy blandas. Es un mito que todos los pacientes Calcárea carbónica tengan sobrepeso pues algunos pueden ser, incluso, muy delgados, pero difícilmente serán musculosos, reactivos y habilidosos físicamente. Calcarea tiende a ser desmañado y un tanto torpe. Aunque, es lento para pensar y reaccionar mentalmente, su intelecto suele ser agudo y profundo, sobre todo en sus etapas iniciales y más estables. Asimismo, en sus estados de equilibrio se caracteriza por ser muy tenaz, perseverante, ecuánime, sensato e incluso poseedor de una gran sabiduría, Calcárea, aunque es reacio a las actividades sociales, posee una visión neutral y equitativa, así como una capacidad de percibir las implicaciones más profundas o más a largo plazo de acciones y situaciones, aún cuando éstas tiene que ver con las relaciones interpersonales y las dinámicas sociales ; en desequilibrio, no obstante, es autocompasivo como ningún otro remedio y bastante egoísta.
El ión calcio genera vulnerabilidad a todos los niveles. Del mismo modo, el ión carbónico tiende a la estructura. La gente Calcárea carbónica, como la ostra de la cual proviene originalmente, tiene un inicio muy frágil y endeble pero un final sólido y resistente: son los niños más sensibles, vulnerables y enfermizos de la Materia Medica; les cuesta crecer, adaptarse y asentarse en la vida. Por ello este remedio está indicado notablemente en el primer año de vida de los seres humanos. Pero por otro lado, los ancianos Calcárea carbónica, y especialmente los que lo han sido a lo largo de toda la vida, son muy resistentes, fuertes, saludables y estables, individuos de la tercera edad que se caracterizan por una independencia sin igual y por una gran claridad de ideas. El anciano Calcárea carbónica, en estabilidad, es un ser humano que ha logrado relacionarse en paz y con gran certeza con su existencia y con todo lo que le rodea.
Calcárea carbónica es, también como las ostras, un individuo muy solitario, húmedo, áspero y cerrado a primera vista pero cálido, blando y protector cuando se le conoce. Tiende a buscar la seguridad de la “tierra”, es decir de los bienes materiales, aunque sin llegar a ser avaro ni codicioso, es administrado y precavido, tiene muy bien puestos los pies sobre la tierra, es ecuánime y sensato, con un gran control sobre sus impulsos, aunque, por ello mismo, le cuesta moverse o cambiar -las ostras no son animales muy dinámicos ni muy sociables-. Tiene como motor vital la búsqueda de paz, sosiego, tranquilidad y especialmente seguridad. No es un individuo combativo ni deseoso, como lo son Nux vómica o Causticum, quienes lo pueden considerar un conformista. Sin embargo, los individuos Calcárea, y especialmente los más estables, no dejan de moverse nunca en la vida, y suelen dar grandes sorpresas pues aunque no es ni fuerte ni ambicioso posee una gran resistencia y firmeza vida.
Esta personalidad, especialmente en la infancia, suele ser muy religiosa, espiritual o mística. Este impulso obedece a varias razones: en primer lugar, y sobre todo a edades más tempranas, representa un anhelo de huída de una realidad agresiva y exigente, el niño Calcárea puede ver el más allá como un lugar más plácido y seguro que el “más acá”. Pero por otro lado, la mente de estos individuos, de manera muy similar a la de Silícea, tiende a la profundidad, a la estructura y a la búsqueda de significado aún en las circunstancias y condiciones cotidianas. Calcárea carbónica, irónicamente, por su lentitud y su vulnerabilidad, al no poder sintonizarse plenamente con el mundo moderno y la civilización tecnológica tan presurosa y activa, busca, de una u otra forma, el acceso a su propia realidad, una que es mezcla del anhelo de lo numinoso y pleno con lo certero y absoluto.
|