› SEPTIEMBRE 2019
Staphysagria
Por Gilberto Quintero Ramírez
La clave esencial de Staphysagria y sus múltiples caras es la irresponsabilidad vital. De uno u otro modo prefiere que los demás asuman sus deberes y responsabilidades, aunque esto implique sufrimiento o represión, a enfrentar la vida por sí misma. La personalidad clásica acepta toda clase de imposición y se presenta ante el mundo como el mártir por excelencia, convirtiendo de paso en verdugos a quienes le rodean, lo cual la dignifica y le da poder, así como una colosal ganancia secundaria: son personas verdaderamente adictas a fungir como víctimas, llegando a desarrollar un extraordinario poder para atraer y convocar toda suerte de calamidades, adversidades y tragedias. Este es el medicamento por antonomasia de los individuos que se quejan de una mala suerte reiterativa o permanente, pues todo les sale mal y les persigue la desgracia, aunque a nivel profundo e inconsciente se auto boicotean y buscan diferentes maneras de evadir y evitar el éxito, la felicidad y la plenitud. Nada en sus vidas es estable ni sólido, tiene reveses de fortuna cíclicos y dificultades cotidianas a las que se acostumbran. Staphysagria es uno de los pacientes más difíciles de tratar pues, en el fondo, no desea curarse. Visita al terapeuta porque es quien más sabe sobre el dolor y el sufrimiento, sus más preciados bienes. Estas personas van al médico, no para que los curen sino para “mantener en forma” sus males. Existen muchos tipos de Staphysagria: Unos tienen apariencia dura y controlada, aunque interiormente son muy sensibles, frágiles y vulnerables, manteniendo una imagen áspera como una forma de sobrevivir; otros, se escabullen de la vida y tratan de pasar desapercibidos, volviéndose verdaderos expertos en el arte de la invisibilidad y el bajo perfil, renunciando con ello a todas sus aspiraciones vitales y ambiciones; otros más sólo se sienten vivos ante la cercanía de la muerte, ante el peligro extremo y las situaciones críticas y terribles; entre estos últimos se encuentra los adictos al riesgo y a la adrenalina, junto con Aurum y Nux vomica, quienes sólo sintiendo el roce de la muerte pueden valorar y sentir la maravilla de estar vivos. Sin embargo, como tema común todos ellos tienen un trasfondo de represión emocional y vital, un no merecimiento instaurado y profundamente enraizado en sus dinámicas más inconscientes y paradigmáticas, que los conduce a llevar vidas muy limitadas y llenas de sufrimiento. Este es un gran medicamento que insta a la auto consciencia y al desarrollo progresivo de la congruencia existencial.
Muy indicado en aquellas personas que valoran su honor en demasía, y caen en estados de indignación o en aquellos que reprimen todas sus emociones, generando un estado interior de dulce resignación. Y aunque hay una gran aversión a la autoridad, son incapaces de pelear por sus derechos, aceptando cualquier tipo de imposición. Por lo mismo hay una gran sensibilidad a la rudeza de los demás, así como un miedo continuo a perder el control sobre sí mismos, lo cual suele sucederles de manera frecuente. No expresan lo que sienten y son totalmente incapaces de poner límites y decir que no, llegando a implicarse en circunstancias, relaciones y actividades que no sólo les desagradan sino que incluso los subajan, ponen en peligro y pervierten. Staphysagria posee impulsos sexuales muy intensos pero a la vez muy reprimidos que se hacen manifiestos en estallidos de comportamientos promiscuos y trasgresores, muchas veces sin que el paciente desee realmente lo que está viviendo. La represión sexual lo conduce también a la masturbación extrema impidiéndole edificar relaciones de pareja profundas, íntimas y significativas. Personas muy románticas e idealistas, que tienden a escribir poemas y que sufren de decepciones reiterativas, pero que también son altamente manipuladoras aunque de manera sutil, manteniendo una imagen de mártires y “sacrificándose” por los demás para luego cobrar indirectamente sus favores o proclamarse como víctimas. Se presentan siempre dóciles, tímidos y pacíficos en apariencia, llegando incluso a ser excesivamente dulces, amables y solícitos en la consulta, como si se esforzaran tremendamente en agradar al médico y ser buenos pacientes; evitan “dar molestias” al homeópata, con lo cual omiten síntomas importantes o boicotean su tratamiento, lo cual es muy característico: cuando se comienzan a sentir mejor suelen abandonar su tratamiento homeopático.
Los pacientes Staphysagria nunca se enojan, introyectan la ira y la reprimen; por ello es el medicamento por excelencia en los trastornos por indignación, así como trastornos por represión de todo tipo de emociones, sentimientos y deseos. Este es uno de los medicamentos más psicosomáticos, a la par de Natrum muriaticum, Gelsemium y Phosphoric acid. Presenta antecedentes de toda clase de abusos, incluso de orden sexual, así como represión no sólo de sus emociones sino también de sus inclinaciones naturales, desde las más innatas como en el caso de los niños zurdos que son obligados a ser diestros hasta tendencias artísticas o peculiaridades de la propia personalidad. Esta represión aunada a su naturaleza sometida lo lleva a desarrollar todo tipo de comportamientos y actitudes masoquistas, incluyendo conductas verdaderamente auto destructivas así como adicciones de toda índole, desde alimenticias hasta a drogas letales.
Trastornos por penas de toda clase. Parecieran atraer la calamidad a sus vidas, a pesar de ello se muestran con una actitud de aparente resignación y gran estatura espiritual, lo cual es falso pues estos sujetos viven su religión, cualesquiera que sea, desde una óptica totalmente represiva y adversa, soportan matrimonios humillantes en aras de la expiación de sus pecados y “ofrecen” a Dios todos sus sufrimientos y angustias. Sin embargo, en lo más esencial, Staphysagria tiende a la perversión en todas las áreas de su vida pues al no hacerse responsable de su propia existencia, le es sumamente fácil caer en todo tipo de actos denigrantes al poner su propio ser en manos de otros. Lo cual sucede también a nivel sexual, por ello de una manera asombrosa, tiende a atraer sobre si misma toda clase de abusos y agresiones, incluyendo las de índole sexual. Staphysagria, como Natrum muriaticum, Ignatia en algunas fases patológicas y Pulsatilla en su irreflexión y negación propia, tiende no sólo a hacer depositaria de su sexualidad a su pareja sino de toda su integridad. De manera peculiar se habla a sí mismo en voz alta y habla de sí en tercera persona. De manera peculiar agrava por las siestas vespertinas y arroja cosas, incluso con violencia, cuando pierde el control.
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