› DICIEMBRE 2014
Ferrum metallicum
Por Gilberto Quintero Ramírez
Los síntomas únicos se señalan con un asterisco*. Este es un medicamento con una personalidad intensa, reactiva y dominante, con un fuerte carácter y una sólida voluntad. Su adjetivo clave es “férreo”: una férrea voluntad, un férreo carácter y una férrea actitud ante la vida. A nivel físico se caracteriza por presentar toda clase de alteraciones en la sangre, especialmente anemia y afecciones de los glóbulos rojos y de los vasos sanguíneos, así un síntoma patognomónico es la tendencia a ruborizarse fácilmente con el mínimo esfuerzo cuando su aspecto es por lo común pálido. Ferrum presenta cefaleas intensas, congestivas, que se agravan por el movimiento brusco, como toser, y mejora por la presión, como en Bryonia. Es un medicamento de suma utilidad y subempleado en toses secas, espasmódicas y sofocantes, asociadas a afonía, bronquitis crónicas. Este ha sido un remedio muy utilizado en falta de apetito en niños, sobre todo cuando alterna por temporadas con hambre feroz e insaciable. Gran tendencia a las epistaxis (Phosphorus) y a las menstruaciones adelantadas y abundantes. Por lo general, se menciona que este es un paciente friolento que mejora por el calor y el movimiento lento y continuo, que se agrava en invierno y por los movimientos bruscos; sin embargo, en las primeras fases puede ser caluroso, lo cual va más acorde con su temperamento apasionado e intenso. Los huevos, a nivel digestivo, le ocasionan eructos y trastornos, por lo cual les tiene una absoluta aversión, así como a la fruta y especialmente a la carne: niños y adolescentes que se tornan vegetarianos por su animadversión hacia todo tipo de carne.
A nivel mental, se describe al paciente Ferrum metallicum como un sujeto muy irritable pero a la vez deprimido y ansioso. Puede, por su anemia, presentarse agotado, apático, intolerante y con músculos laxos, así como con una marcada tendencia a la obesidad. Didier Grandgeorge menciona que su esencia es la falta de voluntad, la cual se refleja psicosomáticamente en la falta de hierro y vitalidad en general.
Sin embargo, a nivel de personalidad y como lo describe Frans Kusse, Ferrum puede manifestarse desde niño con una personalidad muy intensa y autoritaria, alguien que va en pos de lo que se propone con una absoluta determinación y gran fuerza de voluntad. Este es un paciente, como lo señala Boericke, que retrata la constitución sanguínea: competitivo, de fuerte carácter y reactivo. Así, en sus primeras etapas, encontramos el tema citado por Grandgeorge de forma polar, una gran voluntad, inquebrantable y sustentada en una disciplina que a veces raya en lo obsesivo. En muchos casos puede confundirse con Lycopodium, con quien comparte muchos rasgos en apariencia, pero Ferrum es muy diferente: no desea poder sino alcanzar las metas que se ha propuesto, uno de los grandes temas y motivaciones de Ferrum metallicum es la eficacia a toda costa, el logro de lo propuesto. Ferrum no tiene inseguridad pero tampoco exhibe la confianza absoluta en sí mismo que le observamos a Nux vomica, pero sí una gran determinación, puede ser muy autoritario, decisivo y categórico pero sus actitudes están encaminadas a defender su postura, no a imponerla sobre los demás ni a fungir como líder, lo cual constituye una diferencia muy clara para distinguirlo de Nux vomica, Lycopodium y otros remedios semejantes. La gente Ferrum, desde edades muy tempranas, tiene una peculiar predilección por el trabajo duro, no son los retos los que lo estimulan sino aquellos logros que precisan de constancia, determinación y gran firmeza de carácter. Igualmente, poseen un elevado sentido del deber, el cual a diferencia de otros remedios como Aurum o Kali carbonicum, no está sustentado en un auto impulso coercitivo o perentorio, sino por una motivación entusiasta para lograr sus fines. Por otro lado, no soportan críticas de ningún tipo, ya que los errores son para él algo inaceptable. Ferrum sólo acepta y busca la perfección, lo óptimo. Por todo esto, también suelen ser muy intolerantes a todo tipo de frustración, siendo uno de los medicamentos más importantes bajo este rubro. Es extremadamente colérico e intolerante a los ruidos y a le gente que le desagrada. Esta gran sensibilidad y afán de perfección, lo conduce asimismo a ser muy ordenado y perfeccionista; la gente Ferrum es muy reactiva al desorden, el caos y a todo lo que manifieste falta de precisión, por ello, físicamente los ruidos más ligeros le desagradan mucho, como el crujir del papel o cuando dos tipos de superficies diferentes rechinan al frotarse entre sí: lo cual es una proyección de su propia psique en relación con el mundo que lo rodea. Tiene aversión a lo inesperado, a las visitas (como Belladonna y Aloe) e incluso a sus amigos.
Ferrum se asume inquebrantable, con una identidad sólida y absoluta, pero esta noción es sólo una percepción de su personalidad con respecto a sí mismo. Por ello, con el tiempo y ante las frustraciones naturales de la vida, que se caracteriza ineludiblemente por su naturaleza azarosa, Ferrum se debilita, pierde su férrea voluntad y claudica ante su propia existencia, volviéndose abúlico e indiferente.
Esta es una de las personalidades más activas y menos conocidas, la gente Ferrum mejora en actividad, es el único remedio al que la tristeza le mejora haciendo ejercicio*. Son personas propositivas y llenas de planes, pero muy reacios a cambiar sus posturas y formas de hacer las cosas. Su carácter, cuando están en equilibrio es franco y directo, muy enérgico pero con optimismo y gran sentido del humor, ríen con facilidad y de forma muchas veces inmoderada. Solo la frustración los deprime, y entonces suelen perder la voz* o llegan a desarrollar cuadros crónicos de anemia, los cuales se caracterizan por estar acompañados de crisis de llanto*. Le temen terriblemente al fracaso, así como a padecer una apoplejía o que lo toquen en sus partes más sensibles o doloridas, lo cual también es un reflejo de su naturaleza mental. En estados de mayor desequilibrio presenta también cuadros de volubilidad o inestabilidad emocional, presentando alegría y euforia alternando con depresión y desánimo, casi de una manera bipolar, pero cada tercer día* de manera muy peculiar.
Ferrum metallicum es un remedio muchas veces confundido con Nux vomica, el cual no es tan beligerante ni reactivo, ni hedonista o primitivo. Ferrum es un sujeto que desde pequeño se complace en construir y elaborar su propia vida a través del trabajo perseverante, lo cual evoca el hierro de donde proviene, pero también sustrayéndose con acerada frialdad lo más cálido y mullido de la vida.
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