› FEBRERO 2010
La Sexualidad de los Grandes Medicamentos de la Personalidad (Primera parte)
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez
Uno de los aspectos más determinantes y a la vez más complejos de la esencia humana, es la sexualidad. Por lo mismo, cuando se puede abordar, resulta ser un tema tremendamente esclarecedor en la toma del caso y, en la búsqueda y elección del medicamento más semejante. Sin embargo, y de manera tradicional en el ámbito de la Homeopatía, todos los temas relacionados con la sexualidad se consideran escabrosos, difíciles de obtener o incluso tabú, tanto por el terapeuta como por el enfermo. Por lo general, y a pesar de que son en la mayoría de las situaciones de primordial importancia para el paciente, este suele enunciarlos con gran reserva o hasta que se desarrolla un fuerte vinculo con el homeópata y se ha llegado a un elevado nivel de confianza. Pero una vez que se logra franquear estas barreras, los síntomas, signos y rasgos relativos a la sexualidad pueden llegar a darle muchísima luz a la anamnesis, y en muchos casos, son la clave diferencial para una prescripción profunda. Existen varias reglas fundamentales para poder obtener y percibir todos estos síntomas de manera fidedigna: La primera tiene que ver con la sutileza, la paciencia y sobre todo la discreción. Asimismo, el homeópata debe manifestar una neutralidad absoluta a la hora de inquirir sobre estas cuestiones, debe abstenerse de insistir sobre las mismas o manifestar cualquier reacción en el momento en que se realiza la pregunta o que el paciente responde. Otra regla o sugerencia, se decanta hacia el lenguaje no verbal que el mismo homeópata maneja: Uno puede preguntar con extrema sobriedad y delicadeza sobre cualquier situación, pero si mental o emocionalmente hay morbo, expectación, juicio o curiosidad malsana, téngase la certeza que todo esto se traducirá en nuestros gestos más nimios y que será percibido de alguna manera por el paciente, bloqueándolo y haciéndole sentir gran incomodidad. Es, del mismo modo sugerente, tratar de sintonizarse en el mismo tono con que el enfermo aborda estos temas, pero con propiedad e imparcialidad. En el caso de un paciente del sexo opuesto al propio, debe procederse con incluso mayor cautela. En muchos casos, es igualmente eficaz el abordar el tema de la sexualidad de manera indirecta desde esferas adyacentes: Desde los síntomas hormonales, genitales, del afecto, la sociabilidad o las relaciones de pareja. En última instancia, el silencio y una gran paciencia pueden llegar a ser igual o aún más eficaces.
Todos los medicamentos homeopáticos, y especialmente los grandes policrestos, poseen una gran cantidad de afecciones de índole sexual. No obstante, a nivel psicológico, los impulsos y la manera en que cada personalidad desarrolla y vive su sexualidad es de mucho mayor valor para la prescripción homeopática. Pues cada una de ellas la entiende y la asume desde canales diferentes, manifestándola de acuerdo a sus propios mapas y en pos de sus necesidades individuales. En este y en los próximos boletines, se describirán de manera somera estas cualidades de los grandes remedios de la personalidad.
Antimonium crudum tiende a idealizar el significado de la pareja, de ahí, que pueda conceptualizar la sexualidad como la culminación sublime y celestial del amor absolutamente puro y total, lo cual muchas veces se transforma en frustración o inhibiciones posteriores. O puede desconectarse y negar sus instintos, sustituyéndolos con la búsqueda incansable de un amor platónico intangible e irreal. Argentum nitricum, como todo en su vida, llena su vida sexual de anticipación, premura, angustia y obsesión. De mucha utilidad en la impotencia o frigidez de origen psicológico, sobre todo en pacientes aparentemente abiertos a toda clase de experiencias, apasionados y excitables pero que llegan a vivir la sexualidad más en su mente que en su cuerpo, generando bloqueos y alteraciones difíciles de entender por ellos mismos o su pareja. La ansiedad hipocondríaca relacionada con enfermedades venéreas también suele estar presente. Arsenicum pertenece al grupo de los medicamentos inhibidos y con una actitud bastante patológica hacia el sexo. Para Arsenicum, el contacto humano en todas sus manifestaciones es algo desagradable y estéril, y el contacto sexual, algo escatológico y repugnante. Dentro de su profundo egoísmo, este individuo, como Lycopodium, evita el contacto íntimo en aras de la consecución de fines personales, así como de protegerse y auto preservarse. Arsenicum maneja una culposidad sexual torcida y generalmente proyectiva: Niega todo placer de índole sexual pero abomina a los que pueden vivirlo.
Aurum metallicum es una de las personalidades que puede llegar a inhabilitar totalmente sus impulsos sexuales o puede funcionar de manera automática, con tal de no llegar al contacto íntimo y profundo con alguien más. En algunos casos más complejos, estos individuos pueden sentirse sexualmente atraídos hacia personas que impliquen un riesgo de cualquier naturaleza para su existencia e integridade: Desde relaciones prohibidas hasta pasiones tormentosas y violentas. Baryta carbonicasuele manifestar una sexualidad muy simple, a veces indiferenciada y casi siempre de naturaleza infantil. La mayoría de los sujetos correspondientes a esta personalidad manejan una libido muy baja o, incluso, inexistente; pero puede darse el caso de la situación contraria: Impulsos sexuales desbocados que pueden llevar a la masturbación recurrente (Bufo. Orig., Platina) y a conductas amorales y ridículas.
Calcarea carbonica, más sensual que sexual, manifiesta también, como la gran mayoría de los medicamentos psóricos, una sexualidad no muy intensa y orientada más a la gratificación dentro de un ámbito domestico y cotidiano. Sin embargo, dentro de su placidez aparente, puede llegar a desarrollar, desde su mente, un impulso sexual continuo y creciente (peor al anochecer), que lo lleva a toda clase de trasgresiones de orden sexual, pasando por el adulterio y llegando a algunas parafilias. Calcarea phosphorica, medicamento profundo de adolescentes y de jóvenes especialmente, puede encontrarse en dos fases o presentaciones a nivel de personalidad: En una impera la curiosidad; en la otra, el descontento. Esto mismo se aplica a la sexualidad del medicamento.
Causticum es la personalidad con mayor intolerancia a las injusticias, un luchador revolucionario de causas perdidas y con un matiz bastante impersonal. Todo esto puede llevarnos a pensar que es frió y distante, carente de pasión y de una pobre sexualidad. Sin embargo, Causticum puede ser muy reactivo, explosivo y apasionado; de manera un tanto parecida a Nux vomica: Directo, instintivo, muy intenso, pero poco empático con su pareja. Tendencia a la sodomía. También es quizá el más importante en la frigidez femenina, sobre todo cuando hay un trasfondo de vejación o indignación. China es verdaderamente uno de los muy pocos medicamentos que puede llegar a sublimar de manera nata el impulso sexual en una profunda espiritualidad o creatividad estética con matices místicos. En casos más patológicos, la sexualidad es sustituida por una intolerancia a los aspectos más burdos de la naturaleza humana: Entre los que se incluyen toda suerte de contacto íntimo o físico.
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