› SEPTIEMBRE 2006
Nuevos Medicamentos de la Personalidad: Asterias rubens
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez.
Los síntomas únicos se marcan con un asterisco*.
La esencia de este remedio es su indicación en la recuperación de las potencialidades femeninas. Asteria Rubens, la estrella roja de mar –como todos los remedios animales de origen marino- es un medicamento esencialmente femenino y está indicada en aquellas mujeres que han sufrido extirpaciones, mutilaciones o limitaciones a nivel físico, mental e integral.
Es el principal medicamento en el cáncer de seno, cuando éste se presenta en el lado izquierdo y es duro, ardiente, extremo y metastático. Los dolores de este tipo de cáncer son agudos, lancinantes y tironeantes, se suele presentar un proceso ulcerativo rojo y con secreciones muy fétidas, los ganglios, sobre todo los axilares, se tornan duros y muy dolorosos. Estos dolores de manera típica se irradian hasta el brazo y la mano izquierdos, llegando hasta el dedo meñique. Por otro lado, Asterias es uno de los medicamentos más importantes para congestión cefálica intensa, sobre todo cuando existe la amenaza patente de desembocar en un ataque apopléjico: Unas cuantas dosis del remedio pueden evitar estos ataques, sobre todo cuando están precedidos de gran impaciencia, accesos repentinos de vértigo como choques en la cabeza, congestión del cerebro, pérdida gradual de la visión, rubor facial, contracciones de los músculos de las extremidades inferiores y de gran agitación durante la noche con dificultad para poder conciliar el sueño. Sin embargo, además de estos síntomas físicos y otros muchos de gran relevancia, Asterias también posee una amplia gama de indicaciones mentales y un perfil psicológico muy distintivo, y esencialmente femenino. Está indicada en mujeres muy deterioradas y lastimadas por la vida, y especialmente por los hombres. Lloran fácilmente, por la mínima emoción, pues tienen un constante deseo de hacerlo.
Sienten mucho miedo, sobre todo de las 12 a las 3 de la tarde, a tener una apoplejía (que se acompaña incluso con la sensación de que la cabeza estuviera a punto de estallarle*), temen al mal, a escuchar malas noticias, a desmayarse o enfermarse, al infortunio; pero todos estos temores mejoran de manera característica por el llanto. Muy indicativo en mujeres, y personas en general, que ante todo tipo de adversidad en lugar de reaccionar o enojarse, lloran siempre. Estas mujeres están siempre embotadas, o tienen una afluencia incontrolable de pensamientos y de ideas, tienen aversión a pensar, olvidan todo, especialmente lo que han hecho, llegando inclusive a la postración mental. Todo esto las vuelve apáticas e indiferentes (como Sepia). Viven con la sensación de que algo terrible está a punto de suceder.
Las mujeres Asterias tienen una fuerte necesidad de independencia. Odian el tener que necesitar a los demás y la dependencia de cualquier tipo las afecta profundamente. Pueden tener deseo de compañía o apreciar la presencia de los demás, pero esto es totalmente impersonal, pues no importan quién les acompañe. La presencia es importante, pero no quien. No toleran la refutación ni reveses de ningún tipo. Como Árnica, esta mujer se involucra en batallas altruistas de gran envergadura, pero con la tácita esperanza de no tener ninguna dificultad para alcanzar la meta.
Uno de los problemas fundamentales de Asterias es su sexualidad, la cual está no solo bloqueada sino dañada y alterada. En la mayoría de los casos hay fuertes impulsos sexuales, un deseo aumentado todo el tiempo, especialmente por la mañana en cama, todo lo cual le genera mucha perturbación. El deseo sexual permanece o aumenta después del coito (como Platina). Pueden ser personas muy sexuales pero sin ningún contacto personal, no buscan ninguna comunicación ni nexo profundo. En algunos casos incluso, pueden utilizar el sexo como una forma de poder, para controlar a los demás. Asterias ayuda a recuperar el sentido y la intención más trascendentales de la sexualidad femenina. Puede haber irritabilidad o cólera por la mínima contradicción así como pensamientos de violencia o desesperación por el intenso deseo sexual* que no pueden controlar. En estas mujeres hay mucha cólera reprimida. Sienten, tienen la obsesión o incluso la ilusión de que huelen mal, sobre todo su cabello o sus genitales. Este síntoma, muy distintivo del remedio, es el reflejo de una auto imagen muy deteriorada, resultado de experiencias humillantes, fracasos o decepciones, todo esto relacionado muy especialmente con su propia identidad sexual.
Las mujeres Asterias, por ser madres, esposas y amas de casa dejan de ser mujeres, pierden contacto con su propia naturaleza femenina, clara, contundente y fructífera. Como en el caso de Sepia, suele tratarse de mujeres que han perdido todo su atractivo, que se ven desaliñadas o incluso andróginas.
Estas pacientes son de fibras laxas, obesas, flácidas se ruborizan fácilmente y tienden al acné (sobre todo en jóvenes). Pero a diferencia de Sepia, Asterias es muy agresiva y reactiva, puede incluso tener deseos o impulsos de morder. En Asterias la implosión no se agota sino que se perpetúa en un proceso autodestrucción permanente. Son mujeres que experimentan verdaderos ataques de ansiedad durante la noche, o ansiedad dentro de su casa (se sienten asfixiadas en su vida y su hogar suele ser el símbolo sobre el cual proyectan esta sensación de ahogo existencial). Esta sensación de pérdida y sometimiento, las lleva a sentirse bajo un control sobrehumano, como Lachesis.
Como Lachesis también, Asterias es uno de los medicamentos más importantes para toda clase de afecciones físicas y mentales a consecuencia de la menopausia, al grado de la insania incluso. Sensación de estar separada y apartada durante la menopausia. Sensación de estar lejos de casa, en medio de extraños, durante la epilepsia*. Un síntoma distintivo y único es la claridad mental después de la cefalea*, así como la gran sensibilidad de sus pezones que la lleva a no tolerar nada apretado, ni aun la ropa interior*, la cual rechaza también por sentirla una forma de contención de su naturaleza femenina.
En 1936, Julius Mezger realizó una reexperimentación de este medicamento en 30 sujetos y descubrió que, en la mayoría de ellos, las viejas cicatrices comenzaron a molestarles o se volvieron dolorosas. Mezger relacionó este evento con la capacidad de regeneración que poseen las estrellas de mar. Esta cualidad es compartida por el medicamento a diferentes niveles, quizá el más interesante sea a nivel emocional, afectivo y sexual. Asterias, así, encuentra semejanza y actúa de manera extraordinaria en aquellas mujeres que han sufrido histerectomías o extirpación de sus senos y son descalificadas, por los hombres o por ellas mismas, como mujeres. Indicada en forma de extirpación de la identidad femenina por parte de una sociedad cada vez más sutilmente machista y represiva, Asterias se erige como un remedio que puede ayudar, desde la conciencia y la reactivación de las fuerzas más atávicas y esenciales, a la recuperación del poder femenino en cada mujer.
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