› JULIO 2003
NUEVOS MEDICAMENTOS DE LA PERSONALIDAD I: BROMIUM.
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez (Autor de "Tratado de Síntomas Únicos y Líderes y coautor de "Diabetes Melitus" y "Reparemos el Sistema Inmunológico")
La Homeopatía es dinámica no sólo porque los remedios actúan energéticamente sino porque ella misma ha estado evolucionando. Los horizontes homeopáticos se han expandido en los últimos años gracias a la investigación moderna y a la recuperación clínica. Gracias a ello muchos medicamentos considerados menores han demostrado tener una gama más amplia de síntomas, incluyendo síntomas mentales o personalidades bien definidas.
A continuación se expone la personalidad M primer remedio de esta serie en la cual se expondrán los perfiles psicológicos y la personalidad de medicamentos considerados antiguamente menores. Los síntomas únicos, exclusivos de¡ remedio se marcan con un asterisco*.
› Bromium
Bromium ha sido empleado de manera clásica en afecciones respiratorias como asma, neumonía, tos paroxística e incluso enfisema. La induración de los ganglios y de la mayoría de las glándulas es otra indicación clave. La mejoría a orillas de¡ mar y sobre todo dentro de¡ mar no sólo es característica sino definitiva M remedio. El asma de los marinos al momento de pisar tierra firme es un síntoma único, y como todo los síntomas úlicos (key notes*) es un reflejo simbólico de la condición vital M paciente. En los textos clásicos de Materia Medica se mencionan muy pocos síntomas mentales: La extraña sensación de que algo o alguien mira por encima de su hombro*, el temor a los fantasmas, visiones en la oscuridad y una gran depresión que llevan al paciente a aislarse. Aversión al trabajo físico, deseo de diversión. Sin embargo, autores contemporáneos hacen referencia a un medicamento mucho más complejo con una personalidad bien definida, todo lo cual se ha podido comprobar clínicamente.
El sujeto Bromium es fundamentalmente masculino (85%) Y su personalidad se asemeja mucho a la de Sulphur y a la de Phosphorus, con algunos rasgos que imitan a Nux vomica.
Estas personas se caracterizan por ser alegres, excitables, evasivas, soñadoras y básicamente irresponsables en su actitud frente a la vida (Sulph.), son sujetos bohemios que gustan de los placeres de la vida, del buen comer y sobre todo de la vida social (Nux?v.), básicamente evitan la soledad y tienen gran cantidad de amigos y relaciones, el estar solos los hace sentir mal, los agrava (Phos.). Es un hombre de aparieYicia romántica, con gran carisma y magnetismo sexual, las mujeres se sienten atraídas y fascinadas por él. Gusta de los juegos de palabras, del coqueteo y de los retos (aunque en el fondo es fanfarrón y charlatán y evitará toda confrontación mayor). Proyecta una aparente seguridad y bonhomía que lo hacen popular y apreciado.
Sin embargo, estos individuos evitan el contacto íntimo con los demás (Lyc., Suph.. Nat-m.) lo cual no es muy aparente dada la cantidad de personas con las que se relacionan y el intenso afán por hacerlo. Bromium evita la responsabilidad y la rutina emocional, evitará ii toda costa sentirse atado exclusivamente a una sola persona. Es el marino que tiene una mujer en cada puerto, pero que no se queda en ninguno.
La gran diferencia con Sulphuy es que en lugar de evadirse intelectualmente lo hace emocionalmente. Sulphuy "no sólo construye castillos en el aire sino que vive en ellos", se evade racionalmente y carece de todo síntoma de relación humana, Sulphur no percibe, a los demás. En cambio, Bromium se evade emocionalmente, más al stilo de Phospl?iorus y Pulsatilla, pero sin profundizar en sus sentimientos ni crear lazos verdaderos, Bromium se hunde en el mar abierto de las emociones, y es incapaz de poner los pies sobre la tierra, carece de sentido comán y practicidad, se niega a echar raíces y cimentar en tierra firme una vida responsable.
Vive de emociones superficiales en una existencia de frivolidad y diversión. Es un sujeto caprichoso e inestable. Aparentemente es una persona asertiva, industriosa y positiva, de mente ágil y aguda, que rápido entiende lo que sucede y capta las sutilezas de las circunstancias, parece ser activo y con gusto por el trabajo, sobre todo el mental; en realidad es una persona apática, indolente y pasiva, como Sulphur no tolera estar de pie y busca la menor oportunidad para sentarse, posición en la cual puede permanecer por largo tiempo, siempre desea descansar y no le gusta la lectura. Algunos de estos sujetos pueden pasar horas enteras viendo televisión independientemente de la programación de la misma. Detrás de su ánimo chispeante y de su contagiosa alegría se halla una naturaleza emocional vulnerable e indeterminada.
Su fragilidad emocional y su naturaleza superficial se hacen patente en una tremenda intolerancia a cualquier clase de cuestionamiento o de confrontación, ante lo cual se tornan peleadores, críticos, irritables y sumamente malhumorados, en estas circunstancias el sujeto Bromium tiende a aislarse, a evitar el contacto con los demás, entra en su habitación y se pasa largo rato sin hacer nada*, como si no tuviera una identidad propia ni deseos personales, como si al perder contacto con el mundo social de su entorno, se desconectara..,
Estos sujetos que normalmente son activos y muy inquietos, que constantemente están deseando realizar múltiples y "magníficos" negocios, se descorazonan con gran facilidad. Ante el menor obstáculo aflora el desencanto y la insatisfacción, se vuelven inconsolables, quejumbrosos y reiterativos, se lamentan con tanta intensidad al grado de quedar afónicos*. En este estado es cuando comienza lá verdadera patología M remedio, la induración emocional, al igual que sus glándulas, los sentimientos de esta persona empiezan a atrofiarse y a perder su función; Bromium desarrolla entonces un ánimo hipocondriaco, se torna ansioso por su salud, con miedo a enfermarse de algo grave (una apoplejía) o con temor a lo sobrenatural. Este estado depresivo con el tiempo puede evolucionar a una verdadera manía o locura, el enfermo mira fijamente con la,mente en blanco (abstracción mental). Durante su fase patológica aflora la sensación o el temor que alguien lo está mirando sobre sus hombros*, lo cual hace que el enfermo mire constantemente hacia atrás, como si el mundo al cual ha negado y ha dado la espalda se presentara para cuestionarlo y cobrarle la omisión vital de toda su existencia pasada.
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