› JULIO 2005
Nuevos Medicamentos Homeopáticos I: Anatherum muricatum
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez
A partir del presente boletín Häsler, y con motivo del inicio del tercer año de su publicación, queremos inaugurar una nueva etapa en la difusión de la homeopatía, misma que se vera reflejada en los siguientes Domingos Culturales. Así, intercalaremos una sección diferente sobre nuevos medicamentos homeopáticos: Patogenesias de medicamentos descubiertos o redescubiertos recientemente, nuevas experimentaciones y aportaciones clínicas que los homeópatas contemporáneos, sobre todo en Europa, han realizado en la última década y especialmente en los últimos años. Desde luego que todos estos medicamentos, en sus potencias y preparaciones indicadas, se encuentran dentro del catálogo Häsler.
Hoy comenzaremos con la patogenesia de Anatherum muricatum, conocido también como Andropogon o Vetiver, hierba gramínea sedante, aromática y antiséptica, utilizada en el siglo XIX en la elaboración de perfumes. Remedio con indicaciones dermatológicas en los textos clásicos de Materia Medica pero que en la actualidad se convierte en un medicamento de primera línea en cuadros de sida (está indicado en sarcoma de kaposi y abscesos), desórdenes mentales severos, perversiones afectivas y de la conducta, estados maniaco depresivos (sobre todo asociados a convulsiones), abscesos y úlceras de gran destructividad, y afecciones a consecuencia de extremos excesos sexuales.
Anantherum forma parte, junto con Angus castus y Platina (y en cierta manera con Nux vómica), del trío (o tétrada) de los remedios con más excesos de orden sexual. Muy indicado y preciso en los tiempos actuales. Estos individuos viven única y exclusivamente para satisfacer deseos sexuales, los cuales se caracterizan por una urgencia desenfrenada que se acentúa mientras más contactos y relaciones de esta índole tienen.
El enfermo n puede controlar sus impulsos que lo llevan hasta el desenfreno y la locura. Una gran característica es que a estos sujetos les gusta mucho llamar la atención, visten de manera grotesca y sexualmente perturbadora (al grado del exhibicionismo, al estilo “punk” o “dark”, con tatuajes y perforaciones) y, aunque no es una regla, tienden a ser homosexuales o a manifestar un cierto grado de ambivalencia sexual (la palabra andropogon –andros: hombre y pogon: cabra- tiene resonancias andróginas o bisexuales). Sin embargo, cabe mencionar que lo anterior no es exclusivo. Más indicado en hombre, aunque las mujeres que lo precisan suelen ser hombrunas o de hábitos masculinos (Fl-ac.). Allen refiere un intenso deseo de viajar al grado de la compulsión y otros autores clásicos mencionan estados monomaníacos en los cuales el enfermo busca estar en los mismos lugares y realizar las mismas actividades, generalmente grotescas y perturbadoras para los demás. Estos pacientes se caracterizan además por un acentuado narcisismo que raya en la egolatría, se sienten totalmente satisfechos consigo mismos, sienten que no necesitan de nadie y nadie es tan capaz, equilibrado y eficiente como ellos. Son muy dominantes y apegados con todo aquello que es fuente de placer, incluso con sus ocasionales parejas hacia las cuales desarrollan unos celos intensos pero de naturaleza impersonal y egoísta. Les cuesta mucho trabajo empatizar y relacionarse con sus semejantes.
Como Nux vómica, y especialmente como Angus y Platina, Anantherum tiene que pagar el precio de sus descomunales excesos, los cuales a diferencia de los anteriores sólo son de índole sexual. Nux vómica es un individuo que vive alrededor del placer, pero del placer de todo tipo. Angus supera a Nux en la naturaleza de sus excesos, los cuales son mucho más autodestructivos y tajantes (sujetos que no duermen ni comen, que llevan una vida de intoxicación con drogas severas y promiscuidad extrema). En Platina, como en Anantherum, hay una combinación de excesos sexuales, perversión vital y homosexualidad, aunque con un trasfondo de profunda minusvalía e inadaptación al medio. En Anantherum la esencia de toda su vida y de todo su comportamiento parece ser de naturaleza exclusivamente sexual, inundando el resto de sus esferas mentales y anulando completamente la voluntad y el juicio del paciente, al grado de bordear la insania. Tienen como antecedentes una infancia de complacencia pero con mucha frialdad: Padres que les dieron todo materialmente y los mimaron exageradamente pero que no los ayudaron a desarrollar su propia identidad.
Al cabo del tiempo, un severo deterioro en todos los ámbitos hace presa de este individuo, detonando los síntomas más característicos de sus fases patológicas: En primer lugar se presenta un intenso temor a la muerte que agobia y paraliza al enfermo (Angus tiene la vívida sensación de estar muriendo). El paciente desarrolla un muy notable sentimiento de culpa, un estado hipocondríaco que se torna el centro de su vida y un afán compulsivo a llevar una vida ordenada y ascética en un esfuerzo ineficaz y enfermizo de reencausar su vida. Come sólo aquello que es totalmente saludable e inocuo. Toma complementos y vitaminas, así como toda clase de productos alternativos. Sin embargo, en esta etapa suelen estar ya presente síntomas y signos de extremo detrimento y grave patología (algunas veces de naturaleza incurable).
El paciente tiene la apariencia de estar borracho y presentas severos vértigos con sensación de debilidad en espalda y extremidades. Sueña de manera repetitiva con viajes, epidemias o enfermedades graves (hidrofobia), que cae de una altura terrorífica, que está en un festival alegre o con disputas y peleas. Hay hambre incrementada y patológica, peor en la tarde o en la noche, cuando despierta por la necesidad de comer. Tiene una urgencia imperiosa de comer incluso inmediatamente después de haberlo hecho y lo hace como si hubiera estado en ayuno por largo tiempo. Sensación de frialdad en todo el cuerpo, la cual contrasta con dolores o sensaciones ardientes en distintas partes. Dolores royentes como si tuviera un animal vivo en su interior. Los dolores en cualquier parte del cuerpo, que mejoran por bebidas aromáticas, se acompañan de congestión, punzadas o dolores calambroideos en la cabeza. Satirizáis, priapismo, tendencia a la masturbación en ambos sexos y desde edades muy tempranas. Micción involuntaria durante la noche o al toser. Inflamación hepática con dolores pulsantes. Reumatismo en extremidades inferiores, sobre todo en el talón. Sueño no reparador (Mag.m). Mejora al aire libre y acostado. Deseo de chocolate, pan, naranjas (que lo agravan), ensaladas y bebidas calientes o aromáticas, las cuales lo mejoran. Peor por comer yema de huevo y pollo.
|