› NOVIEMBRE 2018
Las Sales de Schüssler y sus indicaciones en la tercera edad. Primera parte
Por Gilberto Quintero Ramírez
Dado que la tercera edad y el proceso mismo del envejecimiento es el resultado de la oxidación celular así como de la degradación tisular posterior a la misma, las Sales de Schüssler son una herramienta terapéutica extraordinaria, una herramienta coadyuvante de primera línea. Todas las sales brindan a las personas mayores un sustento tisular, pudiendo llegar a detener o incluso revertir muchas manifestaciones propias de la senectud, desde las puramente estéticas como manchas o arrugas, hasta los padecimientos más severos y los procesos de deterioro y degeneración celular inherentes a esta etapa de la vida, pasando por las limitaciones progresivas en todas las áreas, sistemas y tejidos. Todas las sales pueden utilizarse siguiendo sus indicaciones conocidas sin importar si el paciente está llevando a cabo algún otro tipo de tratamiento o si padece alguna grave afección pues son de gran eficacia en las enfermedades degenerativas, incluyendo el cáncer, la diabetes, la hipertensión, etc. Incluso en pacientes incurables o muy deteriorados pueden ofrecer un mantenimiento funcional y una optimización potencial de la calidad de vida. Las sales de Schüssler por su naturaleza, forma de preparación y potencias a las que se dosifican y elaboran no interfieren en otro tipo de tratamientos o terapias, pues poseen una acción electiva y selectivamente tisular. Dentro de la clínica de las sales, sin embargo, existe una tríada de suma utilidad en cuadros generales propios de la tercera edad o en ancianos enfermos ya de manera crónica: y está conformada por Calcarea fluorica, Natrum muriaticum y Silicea. Estas tres sales, en conjunto, han probado actuar como un poderoso antioxidante que nutre todas las células, ralentizando el natural deterioro por la oxidación, lo cual implica la vejez y el posterior malfuncionamiento de todos los tejidos. Está indicada en todo paciente con visible desgaste orgánico, además de ser muy útil en trastornos físicos por adicciones y, por ende, necesario para la gente de la tercera edad.
A continuación se citan las indicaciones de todas las Sales de Schüssler con un enfoque especial en personas de la tercera edad y en pacientes que por enfermedades, estrés o fuertes impactos emocionales se avejentan notablemente: Calcarea fluorica: En todo tipo de afecciones en ancianos donde hay degeneraciones orgánicas, incluyendo osteoporosis, raquitismo, inmunodepresiones y toda clase de insuficiencias incipientes o desarrolladas. Muy indicado en pacientes muy destructivos, con antecedentes de trasgresión y de excesos. Inflamaciones glandulares y cáncer de toda clase, incluyendo leucemia, así como procesos auto inmunes. Procesos muy crónicos con deterioro, micosis y oniquia.
Calcarea phosphorica: Indicado en toda clase de ancianos donde lo que se busca es revitalizar las condiciones generales. Muy indicado en procesos de osteoporosis, debilidad de huesos y músculos, pérdida progresiva de fuerza y coordinación, así como en pacientes mayores pálidos y que se cansan con mucha facilidad. Esta sal tiene la facultad de acelerar y optimizar procesos curativos, así como supuraciones y exoneraciones, fortificando el sistema inmunológico y la capacidad reactiva en general. Muy útil también en ancianos que han sufrido neumonías o enfermedades que los han mermado en su vitalidad y facultades. Afecciones de las serosas.
Calcarea sulphurica: También en ancianos que se han debilitado, pero de manera muy gradual y progresiva, sobre todo con pérdida de cartílagos, por lo que es excelente en las artrosis. Fortifica las funciones hepáticas, por lo que está muy indicado en pacientes mayores muy medicados o intoxicados. A esta sal se le conoce como la sal regenerativa, por lo que es de suma utilidad en el proceso natural de desgaste que implica la edad en todos los órganos y funciones. Muy útil en afecciones glandulares por su acción estimulante en la producción hormonal. Asimismo, es un gran regenerador hepático, muy útil en pacientes mayores que padecen de su vesícula o que les ha sido extirpada. También de suma utilidad en procesos supurativos de todo tipo, agudos o crónicos, internos y externos.
Ferrum phosphoricum: En ancianos con su sistema inmunitario comprometido, disminuido o abolido. Pacientes que han tomado corticoides por largo tiempo. Asimismo es de gran eficacia en pacientes mayores con alteraciones en los componentes sanguíneos: plaquetas disminuidas, alteraciones de la cascada de coagulación, hemofilia, anemia y principios de leucemia. Como esta sal juega un papel determinante en la formación del ATP, que es esencial para la obtención para la energía de la vida, se le considera una sal vitalizante por excelencia, en pacientes débiles, deteriorados o muy deprimidos. Sin reactividad. Personas mayores cuya capacidad de reaccionar y salir adelante de infecciones, enfermedades y situaciones vitales se ve disminuida o completamente abolida. Ancianos muy descontentos, que no saben que desean o necesitan.
Kali muriaticum: De gran eficiencia en pacientes que han padecido por largos años de afecciones respiratorias, con todas sus mucosas comprometidas. Optimiza el metabolismo en general y la síntesis de proteínas, por lo que es muy conveniente en ancianos que han perdido masa muscular. Fortifica la función cardíaca, por lo que está muy indicado en ancianos que sufren de angina de pecho, afecciones valvulares o han presentado algún infarto. También fortifica el aparato digestivo, útil en ancianos dispépticos o con intolerancias alimenticias o alergias en general. También ayuda, como Ferrum phosphoricum, en la correcta elaboración de los componentes de la sangre.
Kali phosphoricum: En todo tipo de afecciones relacionadas con estrés, tensión nerviosa, pena, preocupaciones y toda clase de circunstancias adversas que alteran la paz de las personas de la tercera edad. Es la sal de la paz interior, pero a la par brinda una firme y real sensación de vitalidad, optimismo y positividad, por lo que se sugiere su empleo en condiciones delicadas donde el anciano tiende a claudicar en su lucha por la vida, así como en cirugías y tratamientos complicados. Estabiliza todos los trastornos del sueño, tan comunes en los pacientes mayores, incluyendo el insomnio, el sueño ligero o no reparador, así como los sueños inquietos o pesadillas, o las afecciones que se agravan durante el mismo. Por otro lado es específico en todas las enfermedades neurológicas, como el Alzheimer, la demencia senil, el Parkinson, paraplejias, apoplejías y toda clase de trastornos de la personalidad. Fortifica la mielina de los nervios y la integridad de las neuronas y del cerebro mismo. Indicado en todo tipo de enfermedades que se agravan notablemente por estrés y tensiones mentales. Es la sal psicosomática por excelencia: indicada en asma, afecciones digestivas, alergias o agravaciones repentinas de índole mental.
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