› NOVIEMBRE 2004
NUEVOS MEDICAMENTOS DE LA PERSONALIDAD X: HYOSCYAMUS NIGER
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez
Hyoscyamus es uno de los principales medicamentos de la manía y del delirio furioso (junto con belladona y Stramonium) llegando al grado de los estados más insanos, paranoia y psicosis, y es uno del os remedios con las disfunciones sexuales mas notables (Junto con platina, Bufo, Lilium, etc.) sobre todo cuando se trata de exhibicionismo, Es procaz, desvergonzado y morboso, se mueve de forma desmedida y contorsionante, se ríe de forma exagerada y de todo, es locuaz; pero por otro lado pueden ser individuos que desde edades muy tempranas han manifestado toda clase de trastornos emocionales y de conducta: Son niños muy temerosos (gran miedo a los fantasmas, a los perros y a todo tipo de animales, al agua, a lo sobrenatural, al estar solo, a la gente, etc.), son muy destructivos y con impulsos incontrolables y perturbadores, se comportan de manera tonta y caótica. Hyoscyamus es uno de los principales medicamentos en el tratamiento de los niños hiperactivos de apariencia extraña y excéntrica.
Sin embargo, no todos los individuos Hyoscyamus presentan un grado tan severo de patología mental desde sus comienzos. Al principio pueden presentarse como sujetos muy alegres e intensos, al extremo de la euforia. Todo lo toman a broma y manifiestan una vehemencia desmedida, son picaros, traviesos e impredecibles. Les gusta bailar, son intuitivos, demasiado afectuosos (tocan y besan a todos), curiosos en demasía (al grado de ser indiscretos, chismosos y aventureros), son muy apasionados y con energía desbordante, fácilmente trasgreden a todos los niveles. Parecen distantes, desconectados, como si vivieran en un sueño.
No obstante, una de las claves fundamentales para distinguirlo en sus etapas más tempranas radica en su incapacidad empática, sobre todo para percibir sutilezas y relacionarse adecuadamente con quienes le rodean; estos individuos desde niños carecen de tacto al contactar con los demás, lo hacen de una manera demasiado directa e intensa: Se acercan demasiado, hablan muy fuerte, les falta la diplomacia y la educación más elemental, son bastante bruscos e invasivos (neurológicamente carecen de prosodia, con afecciones en las áreas de Wernicke y de Brocca en el hemisferio derecho, por lo que no captan las sutilezas y las implicaciones no verbales de la comunicación). Todo lo interpretan de una manera literal y exacta, sin modulaciones ni matices. Inicialmente no distinguen la ironía, la paráfrasis ni las formas comparativas o analógicas de la comunicación. Debido a que son tan directos e intensos, la mayoría de quienes los rodean tienden a evadirlos, nadie los desea de amigos. Este rechazo sistemático los lleva, como en el caso de Conium, a desarrollar un deseo compulsivo por relacionarse, por tener amistades, y después, ya en la adolescencia, por contactar con el sexo opuesto. Hacen todo lo posible por llamar la atención de los demás y ganarse su aprecio, todo lo cual es ineficaz. En lugar de afecto Hyoscyamus consigue ser desdeñado y aborrecido. Lo que crea una tensión creciente en su interior, un sentimiento de gran perturbación y desequilibrio.
Es a consecuencia de esta dinámica que los individuos de este medicamentos se vuelven exhibicionistas. En un principio esta actitud no necesariamente es de orden sexual, pues recurren más al comportamiento ridículo o grotesco para hacerse notar, el exhibicionismo de este medicamento en realidad puede ser de cualquier tipo. Hyoscyamus puede estar indicado en aquellas personas que se prestan a toda clase de bajezas y humillaciones, convirtiéndose en el hazmerreír de todos, se burlan y se ridiculizan a sí mismos con tal de que les presten atención. Se tornan ridículos, obscenos, impertinentes y sobre todo muy grotescos, su conducta es infantil, errática e impredecible. Un rasgo muy peculiar es que de todo quieren hacer una broma o chiste, pero carecen del mínimo sentido del humor y no tienen gracia. Este tipo de comportamiento se acentúa ante la presencia del sexo opuesto y puede derivar en afecciones religiosas.
Hyoscyamus puede ser muy útil en los adolescentes que con tal de llamar la atención del seño opuesto terminan siendo groseros en incluso perturbadores, logrando exactamente el efecto opuesto.
Los temas relacionados con el seño se vuelven una obsesión y llegan a estar presentes en todas sus conversaciones. Después incluso se tornan muy agresivos y hasta destructivos.
Debido a que son extraordinariamente escasas las relaciones que pueden tener estos individuos, no es raro que desarrollen una naturaleza extremadamente posesiva hacia aquellas personas que aman (aun cuando sus sentimientos no sean correspondidos), así desde sus etapas iniciales pueden mostrar unos celos patológicos en demasía. Los celos de este remedio, a diferencia de otros, no tienen ningún sustento en la realidad, puede llegar a celar a alguien que no conoce o apenas ah visto, a personas que ignoran que él existe, o incluso – como Lachesis – a personas muertas o seres imaginarios, a animales u objetos inanimados; sus celos pueden llegar a desembocar en violencia homicida o destructiva, o llevarlo a actuar de manera más absurda e impredecible. Hyoscyamus puede hacer de sus celos su motor existencial, lo que le da motivo en la vida y lo que lo impulsa en todos los sentidos. Celos vengativos.
Otro rasgo fundamental, que no es siempre señalado en los textos clásicos, es la contención sexual. La vida de estos individuos gira alrededor del seño, pues todo lo que piensan, hablan, sienten y piensan está relacionado con la sexualidad, y especialmente con la sexualidad alterada o pervertida, sin embargo a pesar de esto, no llegan nunca a exonerar a este nivel. En realidad Hyoscyamus no busca tener relaciones sexuales, en un perverso pasivo que se satisface o cree satisfacerse con la observación indirecta (es el voyeurista por excelencia, el adicto a la pornografía). No recurre por lo general ni a la masturbación. Todo esto acentúa la tensión creciente en su interior y contribuye a que más pronto o más tarde se presente el quebrantamiento nervioso y la disolución de su identidad.
Sin embargo y a pesar de lo anterior, en estos tiempos modernos, superfluos y frívolos, muchos Hyoscyamus pueden pasar por personas normales o incluso llegar a ser figuras públicas o “estrellas” efímeras, son los cómicos cuya única gracia es servir de blanco a las burlas y a la ignominia de los demás, los que buscan la fama arriesgando su vida ante peligros innecesarios o sobre todo aquellos individuos que renuncian a su honor, decencia y valía con tal de estar en boca de todos, por lo mismo la sociedad los devora instantánea e inconscientemente, pues en su afán de exhibirse buscando fama y notoriedad se pierden a sí mismos y terminan desnudos del alma y esencia, expuestos ante todos pero invisibles e intrascendentes.
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