› NOVIEMBRE 2005
NUEVOS MEDICAMENTOS DE LA PERSONALIDAD: ARNICA MONTANA.
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez.
Los síntomas únicos se marcan con un asterisco*. Aunque nadie ha olvidado que Árnica es uno de los 24 policrestos de Hahnemann, su patogenesia clásica parecía ser muy breve y limitada comparada con otros grandes policrestos. El concepto de traumatismo es la esencia del Árnica pero no es su único síntoma, además de que esta idea se aplica en el sentido más vasto de la palabra, abarcando así desde los traumatismos físicos y sus consecuencias agudas o crónicas hasta los mismos traumatismos físicos y sus consecuencias agudas o crónicas hasta los mismos “golpes de la vida”: Penas y pérdidas de toda clase, así como los grandes traumas (traumas mentales*) y circunstancias existenciales que dejan al paciente”apaleado”, incluyendo cambios de horario (jet-lag) como malos efectos de todo cambio intempestivo y forzado en la vida (mudarse de casa, de país, empleo, cambios de estado civil o de modo de vida, etc.). Arnica, a nivel de personalidad, corresponde a gente que se exige mucho, que “va más allá” y trabaja literalmente hasta morir. Estos sujetos quieren realizar grandes hazañas y proezas (como Cereus bonplandii), desempeñar actos heroicos y despliegues d fuerza inusitada y ejemplar. Se sienten desasosegados y ansiosos, como si fuera imprescindible realizar tales maniobras de ímpetu, como si tuvieran que hacer algo. Desean ser indispensables, y se lanzan de forma irrestricta hacia un despliegue de gran actividad, al grado de la heroicidad, consiguiendo con ello obtener de la vida una enorme cantidad de golpes y acumulando un estrés extraordinario. ¿Por qué este afán de correr sin detenerse? ¿Por qué no pasar la estafeta a alguien más? Arnica debe aprender que nadie está solo sobre la faz de la Tierra, que debemos delegar ciertas cosas en los demás, y no intentar hacer todo por nosotros mismos. (Grandgeorge). Esta actitud los lleva a lastimarse pues quieren mostrarse fuertes aún cuando han sido vencidos, cuando están débiles o enfermos.
Aún ante la adversidad irremisible actuarán como si todo estuviera bien, seguirán adelante con una actitud de “a mi no me pasa nada en realidad”, demostrando un gran valor y un exagerado sentido del honor. Por ello es clave el síntoma: “Dice que está bien, cuando en realidad está muy enfermo”.
Detrás de todas estas actitudes existe un gran temor al fracaso y, especialmente, a fallar o a quedar en ridículo. Por ello deben mantenerse fuertes y no perder el control bajo ninguna circunstancia. “Al mal tiempo, buena cara”, parece ser su lema vital. Como Kali bich. O Kali carbonicum, ésta es una persona muy rígida y conservadora, pero con un cierto grado de tiranía dictatorial, arrogancia tácita e impulso de competencia. Busca mantener las estructuras y evita a toda costa el cambio, pero, como Aurum, se siente llamada a realizar su misión vital.
Esta actitud explica por qué estos pacientes tienden a desarrollar una postura de desdén y superioridad, dando por sentado que sus opiniones son las únicas que valen y descalificando lo que otros puedan pensar. Pueden ser fanfarrones y presumidos como oLycopodium o Veratrum, manteniendo una apariencia de completa y obstinada seguridad frente al mundo y las circunstancias. Se consideran expertos, siempre están superándose en aquello que creen en su camino y no admiten contradicción alguna. Como Arsenicum, se tornan quisquillosos e hipocondríacos con el tiempo, exagerando sus síntomas más triviales. Árnica, más que otra cosa, se “hace el héroe”, manifestando una estoicidad e imperturbabilidad ante las adversidades y reveses de la fortuna, continuando inflexible aunque su derrota esté predestinada. Por esto mismo es explicable que esta personalidad sea introvertida, suave y sensible a la vez que audaz, temeraria y vehemente. Este es un remedio de contradicciones y polaridades (industrioso e indolente, locuaz, hace versos a la par que tímido silencioso, lamentos alternando con cólera*, etc.). Esta polaridad pude manifestarse en sus fases de patología: individuos competitivos e intolerantes que se toman sumisos e introvertidos.
Esta contención y reserva, aunada a una muy notable hipersensibilidad, lleva a l sujeto Arnica a convertirse en un solidario y en ciertos casos en un misántropo.
No quiere tener contacto con el mundo ni con los demás (como Bryonia o los Kali) ni exponerse a que los demás lo invadan o penetren, literal y metafóricamente.
Arnica, por otro lado, sí tiene relaciones de toda clase, familiares y sociales, pero están dosificada en grado máximo, pues teme y evita el contacto profundo de todo tipo (físico, emocional, afectivo, etc.). Esta renuencia a contactar con su medio lo lleva a dispersarse y difuminarse posteriormente, desarrollando amnesia o debilidad de la memoria (especialmente para lo más reciente). Arnica es uno de los grandes remedios en los estados iniciales de Alzheimer, cuando el paciente tiene severas dificultades para encontrar las palabras que quiere decir. Pensamientos erráticos*.
Los sujetos Arnica viven en estrés persistente, acumulando preocupaciones y exagerando sus deberes, por lo que viven en alerta constante sin poder relajarse nunca en su totalidad (mujeres con un miedo insano a ser violadas). Grandes sobresaltos, especialmente durmiendo y provocados por pesadillas pavorosas (lo cual se detona o se agrava por shock, susto o accidente). El paciente despierta aterrorizado y con la certera sensación de que va a morir. Arnica puede presentar temores al grado de la fobia, especialmente a que se le aproximen o lo vayan a tocar (estados paranoides), a las multitudes, a las enfermedades o a morir, a los médicos y sobre todo a que la gente lo aplaste o lo asfixie*.
Arnica también está muy indicado en niños (y adultos) desobedientes y muy testarudos que, más que ser retadores, insolentes o groseros, desafían a sus mayores porque se sienten completamente seguros de estar en lo correcto y actuando adecuadamente.
Por último, cabe mencionar que Arnica, como Sulphur, es un gran propulsor de la conciencia. Desbloquea aquellos procesos que nos impiden percibir en toda su dimensión n nuestras circunstancias vitales presentes y acceder al maña esencial de nuestra vida, subrayando las omisiones y supresiones que nos impiden alcanzar la plenitud. Como Sulphur también, Arnica invita a la reflexión y al cuestionamiento con nosotros mismos; invitación que a veces puede ser perentoria y generadora de severas crisis existenciales, pero también progenitora de las semillas de los más elevados frutos de la existencia, pues sólo superando los golpes de la vida, el espíritu humano puede florecer. En esta clase de indicaciones, las potencias más altas suelen dar los mejores resultados.
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