› JULIO 2020
Stramonium
Por Gilberto Quintero Ramírez
Este es quizá el medicamento más intenso, violento y destructivo de toda la Materia Medica. Y es capaz de sanar casos mentales verdaderamente avanzados y complicados. Sin embargo posee rasgos muy profundos y complejos pero todos gravitando alrededor de sus grandes temas: la violencia, la destructividad y el salvajismo. Los individuos Stramonium pueden llegar a ser los más destructivos y violentos de la Materia Medica, llegando, en su estado de furia y ferocidad, a golpear, rasgar, morder, destruir, aplastar y ejercer violencia y agresión en todas sus manifestaciones. Puede llegar a tener reacciones tan inusitadamente violentas que no parecen humanas. En algunos aspectos pueden tender a presentar conductas precoces o fuera de lo común en su infancia. Los niños Stramonium, como algunos nosodes, pueden ser extraordinariamente inteligentes pero avocan toda su capacidad mental hacia el mal y la destrucción, o la enfocan en un morboso interés hacia temas retorcidos. Como Aconitum, Gelsemium e Ignatia, puede presenta en su patogenesia y a nivel repertorial, con máximo valor, trastornos por cólera con miedo, reflejando la combinación emocional, muchas veces polar o contradictoria, que también lo caracteriza. La oscuridad lo agrava y detona la mayor parte de sus afecciones y síntomas, por ello es distintivo el síntoma deseo de compañía en la noche, que solo comparte con Camphora, Causticum y Tabacum, pero del cual es Stramonium el de mayor valor y más característico. Este es uno de los medicamentos con más intenso temor de todos, llegando a manifestar un verdadero horror o espanto, así presenta una gran variedad de temores, mismos que pueden llegar a presentarse como verdaderos ataques de pánico o como fobias terroríficas. La oscuridad vuelve a ser uno de los grandes detonantes de estos miedos incontrolables: sus temores mejoran estando en compañía, miedo a estar solo de noche, quiere luz y compañía. Miedo a sus alucinaciones, o en el delirio. Temor activado por escuchar el ruido del agua correr (como en el caso de Lyssinum). Temor en las multitudes, con deseo de escapar, a los animales, agorafobia, miedo sin causa; temor a los cementerios, a los objetos brillantes. A los espejos, a ser dañado en la oscuridad, miedo a los perros negros (Belladonna), a las plumas, al sufrimiento, a las tormentas y a los extraños. Todos estos miedos se acompañan de reacciones extremas o violentas, ataques de espanto reactivo donde actúa perdiendo el control, con golpes y agresiones a todos los que lo rodean. Este es uno de los medicamentos donde los temores se activan desde edades muy tempranas, el bebé Stramonium ya presenta miedos incontrolables aún antes de aprender a hablar.
Entre sus rasgos más importantes y distintivos, mismos que sustentan su diagnóstico, encontramos: impulsos malignos y malévolos; individuos destructivos, perversos y dañinos, que se divierten con actos de gran maldad, aún desde su infancia. Stramonium libera y activa las partes más oscuras de la psique humana, por ello, puede parecer un sujeto perturbado o endemoniado, poseído por fuerzas sobrenaturales oscuras o malignas. A la par, suele haber fuerza física incrementada: tienen un vigor colosal y una energía inagotable, son capaces de levantar varias veces su peso y de resistir con fuerza sobrehumana, como lo podemos ver en Belladonna y en Tarentula. Otro tema diagnóstico es la identificación con el mal desde edades tempranas. Pues desarrollan y sienten una mórbida fascinación por el mal en general, por los aspectos más oscuros, perversos y malévolos de la condición humana, por todo lo perverso y bizarro. Estos pacientes presentan una necesidad compulsiva de mirar películas horrendas, de escuchar relatos crueles y perversos. Como otros sujetos impresionables, Stramonium puede sentirse físicamente enfermo después de exponerse a tales expresiones de horror humano: pudiendo manifestar temblores, dolores de cabeza o del estómago, cuerpo adolorido, o incluso convulsiones. A pesar de lo que les afecta, se sienten atraídos al grado de la compulsión a ver dichas películas y a saber de tales sucesos. Tendencia a la agravación por la oscuridad total, así como por la luz brillante e intensa, tanto a nivel físico como especialmente de sus afecciones psicológicas y mentales. Tal como lo refiere Bailey, esta dualidad es uno de los temas esenciales que subyacen en lo más profundo de la psique de Stramonium, quien puede haber sufrido de violencia o abuso en su infancia. El ser víctima de agresión, sobre todo físicamente y de manera constante, lo lleva a reaccionar con pautas muy similares de agresividad y destrucción. Como otros remedios syphiliticos, al percibir un mundo agresivo y violento, responde de la misma manera. Lo que distingue a Stramonium, es la complejidad psicológica de esta violencia, llegando a desarrollar rasgos psicopatológicos muy pronto. Un síntoma patognomónico es la ausencia de dolor. Como Opium y Sulphur, Stramonium, no siente dolor alguno. Lo cual, aunado a la fuerza incrementada a nivel físico, contribuye a dar la impresión de una afección sobrenatural. En el caso de Opium la pérdida de la capacidad de sentir dolor es debido a la falta de reactividad. En muchos casos, Opium siente tal lasitud e inconsciencia que los estímulos del exterior no llegan a su sistema nervioso central, ni respuesta alguna emerge del mismo. Por otro lado, en el caso de Sulphur la ausencia de dolor es debido a procesos básicamente psicológicos. La negación, como mecanismo de defensa, alcanza tales niveles que puede llegar a bloquear lo que siente, incluso el dolor. Muchos remedios pueden presentar el rubro de “Ausencia de dolor en afecciones usualmente dolorosas” (Cann-s., Cocc., Lauroc., Lyc., Oleand., Op., Plat., Plb., entre otros), pero Sulphur es de los pocos donde este mecanismo es de índole eminentemente mental. En el caso de Stramonium, sin embargo, el exceso en la producción de adrenalina y endorfinas, sobre todo las asociadas a estados de alerta, es la responsable de su insensibilidad al dolor. Stramonium afecta especialmente el sistema nervioso, llegando a presentar convulsiones, epilepsia, estrabismo y severos trastornos del sueño. Abarca desde el déficit de atención hasta cuadros avanzados de epilepsia. Todo tipo de estímulos nerviosos, emocionales y neurológicos puede detonar estos estados, como fiebre, la cual es extremadamente elevada, alcoholismo o conflictos y peleas. Muy importante en cuadros de tartamudez donde el paciente hace un gran esfuerzo por expresar la palabra que quiere decir, hasta que esta surge como un estallido violento. Peor por sol, insolación; sacudidas violentas de la cabeza; estrabismo, deseo de dulces. Impulsos sexuales violentos y destructivos.
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