Boletín Homeopático


DICIEMBRE 2013

Tratamiento homeopático de las várices
Por Gilberto Quintero Ramírez

Los síntomas únicos se señalan con un asterisco*.

  Las várices, dilataciones venosas, sobre todo de los miembros inferiores, que impiden el correcto y eficaz retorno sanguíneo al corazón, son cada día más comunes y, por su naturaleza crónica y degenerativa, constituyen un tema recurrente en la práctica homeopática. Su etiología estriba en la pérdida de tonicidad de las válvulas venosas y pueden presentarse también en el esófago, testículos o en la región anal (hemorroides). La obesidad, el sedentarismo, los tratamientos hormonales, especialmente el consumo de anticonceptivos por largo tiempo son factores que predisponen su aparición, así como la carga hereditaria de las mismas.

  Homeopáticamente, este tipo de padecimientos, especialmente cuando se complican, comprometiendo la integridad de los tejidos y produciendo úlceras varicosas, pueden llegar a ser causa de mucha frustración tanto para los pacientes como para los homeópatas, pues muchas veces la mejoría es parcial o intermitente, todo lo cual se debe a que la mayoría de los enfermos no realizan cambios de fondo en sus hábitos, tanto de vida como alimenticios. Cabe mencionar que este tipo de complicaciones se presentan cuando las várices llegan a su cuarto y último estadio de evolución y degeneración, tornándose de naturaleza mucho más mecánica que dinámica. La Homeopatía, prescrita bajo una perspectiva de semejanza integral, aunada a estimulación física -cambios de vida- indudablemente produce cambios y notable mejoría.

  En las Sales de Schüssler podemos encontrar grandes herramientas terapéuticas en casos con marcado compromiso físico, sales como Calcarea fluorica y Silicea estimulan la recuperación de la tonicidad de las válvulas venosas. En casos donde se existe una fuerte predisposición genética o laboral, Kali muriaticum y Natrum phosphoricum son de gran ayuda. Así también en casos donde hay dolor crónico y severo, Ferrum phosphoricum, Natrum muriaticum y Natrum sulphuricum pueden proveer auxilio, sobre todo cuando los pacientes tienen mucho tiempo consumiendo analgésicos de manera indiscriminada o excesiva, y la prescripción homeopática más certera no brinda, por lo mismo, notables resultados ni pronto alivio. La dosis recomendada es de 3 tabletas, 3 veces al día.

  Para una correcta prescripción homeopática es preciso tomar en cuenta las modalidades y concomitancias más características, los síntomas únicos, líderes y peculiares posibles. Así, por ejemplo: Los únicos remedios indicados en varices faciales son Crotalus horridus, Lachesis y Pulsatilla. Las várices en las amígdalas son exclusivas de Baryta carbonica, Baryta muriática, Bromium, Hamamelis y Lachesis.

Entre los medicamentos más importantes, y sus indicaciones, encontramos:

Aesculus hipocastanum . Venas muy dilatadas con gran pesadez, dolor y hormigueos.
Arnica montana. La sensación de magulladura, como si lo hubieran golpeado, es una de las claves características del remedio en esta clase de condiciones, así como la presencia de hematomas y coloración oscura. Siente la cama muy dura y tiene un gran temor a ser tocado. La gente que cae en Arnica suele ser muy obstinada y estar anclada en procesos de negación crónica como mecanismo de defensa. Medicamento líder en varicocele.
Arsenicum album. Los síntomas característicos son los que definen su indicación: dolores ardientes que mejoran por aplicaciones calientes, peor de noche y especialmente en la madrugada, gran agitación, ansiedad e inquietud. Suele tratarse de un paciente negativo, agresivo pasivo, miserable en todos los sentidos. El estancamiento vital de Arsenicum suele manifestarse, físicamente, en su estasis venosa.
Aurum metallicum: Varicocele severo, progresivo, peor del lado derecho, muy doloroso sobre todo de noche. Puede estar asociado a enfermedades degenerativas o malignas.
Carbo animalis. Úlceras muy destructivas, supurantes, sangrantes, acres, supuración grisácea.
Carbo vegetabilis. Gran remedio en úlceras varicosas muy agravadas: indolentes, gangrenosas y pútridas; el paciente tiene problemas para respirar o se siente en extremo débil. Casos graves y complicados. Venas varicosas que se ulceran en genitales femeninos*.
Conium maculatum. Indicado en várices muy deterioradas o úlceras varicosas con gran dolor, al contrario de Pulsatilla y de Vipera torva el paciente, por la degeneración venosa, solo mejora dejando colgar los miembros. Pacientes muy avejentados.
Fluoric acid. Otro gran remedio indicado en úlceras varicosas, sobre todo en varones. De manera peculiar, los bordes de las úlceras están duros y oscuros. Úlceras sobre la tibia.
Graphites. Várices cubiertas por espinillas o granos en su trayecto*.
Hamamelis. Indicado en várices esofágicas. Várices con gran sensibilidad y dilatación, con gran tendencia a las hemorragias. Venas varicosas en la faringe, de color azul*. Varicocele.
Lachesis. Uno de los medicamentos más importantes en el tratamiento de esta enfermedad, sobre todo cuando derivan en úlceras. Presencia de coloración rojiza y oscura, hematomas y gran sensibilidad al tacto, sangran con gran facilidad. Várices y úlceras que aparecen en el climaterio.
Lycopus virginica. Junto con Pulsatilla, es el principal medicamento homeopático de las várices que se presentan en el embarazo. La clave distintiva es la presencia de afecciones cardíacas: palpitaciones, hormigueo, taquicardias y opresión. Deficiencia de ideas en la menstruación*.
Pulsatilla. Muy indicada en várices o úlceras varicosas que se presentan en el embarazo o a consecuencia de este (o incluso por cambios hormonales, como la pubertad o la menopausia, como Lachesis). No puede dejar colgando las piernas. Las piernas se sienten pesadas y torpes. Tensión en las extremidades inferiores que se incrementa gradualmente y desaparece repentinamente*.
Ruta. Varicocele por esfuerzos*. Mejoría de las várices caminando*.
Sulphur. Presencia de úlceras varicosas, notable agravación por el calor, siente los pies ardientes lo que lo lleva a sacarlos de las sábanas cuando está acostado. Muy indicado en procesos que tardan mucho en curar o que a pesar de los medicamentos bien indicados no se presenta mejoría. Inquietud con el calor de los pies* y dolor tirante en las piernas de mañana en cama*.
Vipera torva. Mucha inflamación, con sensación de mucho dolor, como si este fuera muy profundo. Las venas se encuentran muy dilatadas y el paciente no puede mover los músculos de sus piernas, mejora de manera característica con las extremidades inferiores levantadas. Várices con dolor estallante*.

El consumo de vegetales verde oscuro, la reducción de la sal, embutidos y alimentos fritos, así como el incremento de la actividad física son factores que propician una mayor mejoría y evolución en las afecciones varicosas. Dado que la constipación es un importante factor para la aparición de várices, el consumo de fibra y abundante agua. Se recomienda también eliminar por completo el consumo de grasas saturadas y estimulantes.







 

 
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