› SEPTIEMBRE 2011
Natrum muriaticum (Segunda parte)
Por el Dr. Gilberto Quintero Ramírez
Natrum muriaticum se erige en la actualidad como el policresto número uno a nivel del tratamiento de la personalidad y de las afecciones mentales y emocionales del hombre moderno. Lo caracterizan el rencor, la agravación por el consuelo y la aversión a la compañía, así como la tendencia a cavilar y rememorar su pasado doloroso; Natrum mur no puede llorar o llora en contra de su voluntad, pero siempre el llanto lo afecta y lo agrava, incluso físicamente. Es quizá el medicamento más importante de las cefaleas, incluyendo las migrañosas, sobre todo cuando se agravan por el sol y por las multitudes. La gente Natrum es industriosa, contenida, propia y responsable en grado sumo.
En el presente boletín y como un complemento al previo, analizaremos algunos de los aspectos menos conocidos del medicamento pero de vital importancia.
En primer lugar cabe mencionar que Natrum muriaticum es la personalidad homeopática que más enmascara sus verdaderos síntomas y su naturaleza, Natrum esconde su dolor porque, consciente o inconscientemente, es lo más preciado que posee, por ello rehúye el contacto humano sanador y nutricio, por ello toda forma de simpatía le agrava y le repugna. Sin embargo, en la sociedad actual un individuo solitario y apartado, atrae más atención que uno que funciona con aparente normalidad, así Natrum se convierte en el individuo más funcional dentro de los esquemas de la vida actual. Natrum posee innumerables máscaras sociales con las cuales esconder su dolor interior, en algunos casos al grado de esconderlo de sí mismo. Entre sus máscaras más notables y comunes encontramos la del terapeuta, aquel Natrum que se dedica a consolar, aliviar y sanar el dolor de los demás para evitar que los demás intenten consolar, aliviar o sanar su propio dolor. Muchos de estos sujetos logran posiciones de éxito social como una forma de mantener una distancia natural con el resto del mundo, su prestigio, autoridad o notoriedad incluso son un excelente parapeto donde ocultar su verdadera naturaleza y su pasado tortuoso y sufriente; otros optan por construir imágenes de respetabilidad o liderazgo en otras áreas convirtiéndose en guías, maestros, verdaderos sabios especialistas en sus áreas, rodeados de un aura de propiedad y circunspección. Sin embargo, la gran mayoría de los sujetos Natrum, al no poder alcanzar ese éxito o respetabilidad en su entorno social, optan por una careta de alegría, bonhomía, encanto y apertura, estos últimos son verdaderos anfitriones de una fiesta permanente llena de artificio y pirotecnia, sus vidas están llenas de glamour o de euforia festiva, son extremadamente sociables y aparentemente encantadores y positivos: Los festejos sociales de la actualidad, llenos de estímulos y de estimulantes, música intensa, penumbra contrastada con colores chillones, tabaco, alcohol e, incluso, drogas, son un claro reflejo de la condición Natrum muriaticum de la sociedad entera; en estas fiestas es imposible conversar realmente y mostrarse tal cómo se es. La vida actual se ha convertido, en cierta manera, en una mascarada donde cada uno muestra su mejor cara y esconde su dolor, sus sombras y sus verdaderas necesidades.
Algunos Natrum resguardan toda su fragilidad bajo una capa de idealismo escapista mezclado con buenas dosis de pensamiento mágico y metafísica barata, son los propulsores de la superación personal instantánea y de la New Age más desarraigada de identidad y menos comprometida con la trascendencia y la disciplina, estos individuos poseen una suerte de combinación de ingenuidad adolescente, formalidad y seriedad extrema. Son hippies defensores de las estructuras de la sociedad, maestros de la impostura que propugnan por una superación personal fuera de todo contexto y esencia. Por ello, aún en los textos más clásicos encontramos descripciones como la siguiente: Está aburrido de la vida, descontento de todo, sin voluntad, inconsolable; y puede llegar a una indiferencia a todo lo placentero, a sus tareas, a comer, al bienestar de los demás, etc. Puede existir, y es también característico del medicamento, alegría o buen humor (que puede alternar con la tristeza), con bailes, cantos y risas, y puede llegar a reír inmoderada e involuntariamente, hasta de cosas serias; se ríe hasta llorar, o alterna risa y llanto.
Otro de los aspectos fundamentales y muy comúnmente pasados por alto es la naturaleza psicosomática de este medicamento, Natrum muriaticum es el remedio homeopático más importante de las afecciones físicas, incluyendo las más graves y degenerativas, que tienen una causa mental o afectiva. Muchos cuadros de diabetes, enfermedades autoinmunes e incluso cáncer tienen su raíz profunda y su origen en pérdidas no resueltas, decepciones de toda índole y vivencias de gran depresión y soledad. La gente Natrum al no poder reconocer lo que está sintiendo, su profundo y permanente dolor, tiende a manifestarlo de manera física, primero como sensaciones, después como síntomas y, finalmente, en verdaderos procesos patológicos que pueden llegar a ser muy severos e incluso letales. Las penas, las decepciones, sobre todo de amor, y las frustraciones de todo tipo son los detonantes más comunes de estas vivencias, pero también otro tipo de trastornos emocionales, como la ira, las malas noticias, un amor no correspondido o rechazado o contrariado, la pérdida del objeto de su amor (aún por su muerte), las mortificaciones prolongadas y cotidianas, un fracaso en los negocios, en sus estudios, así como las preocupaciones, los desacuerdos con padres, hijos, amigos o compañeros de trabajo, un susto, el ser despreciado o descalificado, la rudeza de los otros y, en general, cualquier tipo de excitación o emoción.
Otros de sus rasgos importantes puede ser la tendencia a mentir, hacer trampa y manipular a los demás, como una forma de defensa ante la agresión afectiva y emocional del entorno. Es junto con Ignatia, el remedio más importante para la homosexualidad a consecuencia de decepciones amorosas, hombres y mujeres que prefieren a su propio sexo pues el contrario es percibido como fuente de agresión y traición, también muy indicado en niñas con hábitos y lenguaje corporal muy masculino. Natrum también puede tornarse arrogante, soberbio y desdeñoso (como Lycopodium), como una forma directa de rechazo hacia los demás.
Una característica muy peculiar del medicamento es su aversión a la luz natural del sol, prefiriendo la luz artificial, como si desde lo más profundo de su ser rehuyera la verdad de su limitada condición optando por el artificio y la parodia como esencia de su propia vida.
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