› NOVIEMBRE 2020
Autismo y trastornos del espectro autista.
Por Gilberto Quintero Ramírez
Aunque no se sabe cuál es la causa precisa del autismo y sus trastornos periféricos, se piensa sobre todo que su etiología es genética y con una fuerte influencia del entorno. Los trastornos del espectro autista son un grupo de afecciones del desarrollo que afecten la comunicación y el comportamiento; generalmente los síntomas aparecen los primeros dos años de vida, se caracterizan por una gran dificultad para comunicarse y relacionarse, hay intereses limitados y comportamientos reiterativos, así como una incapacidad para desempeñarse socialmente. Entre las conductas frecuentes y distintivas podemos encontrar: Hacer poco contacto visual o hacerlo de manera inconsistente (Ant-ac., Ars., Cina), tendencia de no ver o de no escuchar a las personas (Hyosc, Nat-c.), no expresan ni comparten lo que les llama la atención o sus posesiones (Ars.), se demoran en responder cuando se les llama (Verat.), tienen dificultad para seguir las conversaciones y a menudo hablan por largo tiempo sin permitir que otros participen o intervengan (Lach., Bov.). Expresiones faciales, movimientos y gestos que no coinciden con lo que están diciendo (Hyosc.). Pueden expresarse con un tono inusual de voz que puede sonar como si estuvieran cantando o con mucha monotonía (Stram., Plat., Verat.). Les cuesta mucho comprender el punto de vista de otra persona o el proceder de los demás (Bar-c., Hyosc.). Entre los rasgos obsesivos solemos encontrar ecolalia (Arg-n.), interés exagerado sobre ciertos temas, objetos o partes de los mismos; intolerancia a cambios de su rutina (Bry., Kali-bich., Kali-c.) y gran sensibilidad a todos los estímulos externos, tanto humanos como ambientales. Por otro lado, suelen tener una gran memoria tanto visual como abstracta, así como especial habilidad para las matemáticas, la ciencia, la música y el arte (Carc., Medorrh.).Además de los medicamentos citados para rasgos precisos, los siguientes son los más importantes para este tipo de afecciones:
Agaricus: Niños autistas demasiado intensos, con tendencia a las conductas violentas. Pueden emitir gritos o hacer movimientos espasmódicos por largo tiempo. Tendencia a la desconexión total de la realidad. Baryta carbonica: Cuando el retraso mental o emocional acompaña los cuadros de autismos, con gran retraimiento y timidez. El niño se esconde ante la presencia de personas diferentes a las cotidianas. Bufo rana: Tendencia a comportamientos sexuales en niños autistas. Gesticula todo el tiempo y emite ruidos; continuamente saca la lengua o juega con ella. Cactus : En niños autistas con gran deseo de estar solos, que gritan como si tuvieran extremos dolores, taciturnos, malhumorados, no desean contacto alguno con los demás. Llora sin causa aparente y despierta muy asustado. Carcinosin: Autismo con genialidad intelectual o capacidades artísticas inusitadas. Conductas autistas desarrolladas a consecuencia de sometimiento por parte de los padres. El individuo puede ser muy capaz en ciertas áreas pero inmaduro afectiva o socialmente. Hyosciamus: En individuos autistas con gran tendencia a ser exhibicionistas, no necesariamente de manera sexual, pero quieren llamar la atención. Gran dificultad para comprender las emociones de los demás. Conductas exageradas, con gesticulaciones y gritos, manotea y hace movimientos fuera de contexto, así como muecas exageradas. Kali bromatum: Autismo con déficit intelectual extremo (como Baryta carbonica). No aprende a hablar o, sobre todo, olvida las habilidades y las palabras que llega a aprender. Muy indicado en personas con trastornos del espectro autista acompañados de obsesiones religiosas. Lac delphinum: En niños autistas de toda clase, estimula la capacidad de contacto humano con el medio externo, así como el concepto y la vivencia del grupo humano. Indicado en niños autistas que tienen dificultad para identificar a sus seres cercanos; obsesión por los círculos, dificultad para jugar. Lycopodium: Con graves dificultades para desarrollarse emocional y afectivamente, gran inseguridad y falta de confianza que se traduce en timidez y mal carácter. Sobre todo en chicos mimados e inseguros. Medorrhinum: Niños autistas con capacidades intelectuales o artísticas muy desarrolladas (Carcinosin) pero con tendencia a las conductas muy reactivas y violentas. Peyolt (Anhalonium): Formas severas donde el paciente se desconecta completamente, sintiéndose fundido con el entorno, confunde las situaciones y hay avanzados grados de despersonalización. Total incomunicación. Sulfanilamidum : En casos graves de autismo, con total incapacidad de contacto con el medio. Incluso puede confundirse con ciertos tipos de parálisis cerebral. Thalamus: Autismo que se agrava con el paso del tiempo, con gran tendencia a las conductas repetitivas y obsesivas, que se tornan muy severas. Tuberculinum: Con gran intolerancia y violencia hacia ciertos estímulos externos, el sujeto autista de este remedio posee impulsos incontrolables y gran insatisfacción general. Puede no reconocer a sus seres queridos en sus crisis de violencia, agresividad hacia los animales.
El Asperger, que suele ser menos severo, se diferencia del trastorno autista porque no se observa retraso en el desarrollo del lenguaje, no existiendo una perturbación clínicamente significativa en su adquisición. No hay retardo, por ejemplo en la edad de aparición de las primeras palabras y frases, aunque pueden existir particularidades cualitativas (sobre todo gramaticales) que llamen la atención, así como una limitación aparente y generalizada de la inteligencia. En algunos casos el coeficiente intelectual está por encima de la media, así como su vocabulario. Los principales medicamentos del síndrome de Aperger son los siguientes, a la par de sus características esenciales: Carcinosin : con un gran desequilibrio en las esferas de la persona, gran capacidad en unos aspectos combinado con atraso en otros. Puede haber extraordinaria memoria y gran capacidad para el pensamiento matemático o las actividades artísticas. Se interesa en exceso por ciertos temas, es quizá el medicamento más importante. Conium maculatum: con ralentización progresiva, pérdida o falta de adquisición de convencionalismos sociales, rigidez y tendencia a pasar desapercibido. Lejos de las capacidades desarrolladas aquí observamos gran limitación intelectual pero sobre todo social. Germanicum metallicum: con aversión a personas de su propio género, conflictos con la figura paterna y gran aspereza cuando se le obliga a hablar. Suelen ser muy creativos, actividad que los mejora. Medorrhinum: desbordada curiosidad e impulsos trasgresores de todo tipo, como Carcinosin puede tener atisbos de genialidad. En estos casos suele haber una estructura ética y moral muy peculiar y personal, con muchos rasgos de egoísmo. Sulphur: evasión, desaliño, desorden y propensión a desconectarse socialmente. Se hunden en teorizaciones sin sentido práctico alguno. Tuberculinum: cuando hay gran insatisfacción y afán de romper estructuras, como Medorrhinum, impulsos de escapar o huir de su hogar para vagabundear. Gran inestabilidad en todos sus propósitos.
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