› ENERO 2019
Muriatic acid
Por Gilberto Quintero Ramírez
Los síntomas únicos, key notes, se señalan con un asterisco*. La gran clave de este medicamento es la debilidad, como en todos los ácidos, sin embargo, esta pérdida de la energía está fuertemente vinculada a su naturaleza particular, ya que se suele tratar de individuos muy nutricios con los demás pero descontentos y melancólicos, además de que cabe mencionar que es uno de los medicamentos más importantes y más pasados por alto en los trastornos por pérdida de la madre. Las individuos Muriatic acid son sujetos reservados, propensos a la depresión y a ser silenciosos y apartados. Hahnemann: peor en la menstruación; absorta en sus pensamientos durante la menstruación*. Son malhumorados, quejumbrosos, y ven la vida de manera negativa y con gran descontento. Propenso a la cólera y a la ansiedad, que mejora de manera peculiar defecando y por eliminar flatos. Sankaran revela que se trata de personas muy nutricias y afectuosas, en quienes la mayoría de la gente confía (Kent), pero que se han debilitado o tienden a agotarse rápidamente. Son serios y trabajadores, con gran tensión, estrés y excitación por su trabajo y que, de manera característica, nada nunca les es suficiente. Este último rasgo es distintivo de la personalidad de Muriatic acid y es señalado bajo un rasgo peculiar por el propio Hahnemann: descontento con su destino, el cual es un síntoma único. Los sujetos Muriatic acid sienten que su vida no es como debiera ser, que viven en una situación infortunada, aunque esta no sea grave, todo lo cual les abruma y los hace sentir extenuados pues tienden a trabajar en exceso y a preocuparse mucho. Hahnemann mismo también señala que estos sujetos presentan una ansiedad anticipatoria que les impide asimilar y salir delante de los más simples infortunios. Viven la frustración cotidiana como una prueba de adversidad vital, tendiendo a los pensamientos recurrentes y negativos, todo lo cual lo torna irritable. Una clave fundamental para entender y distinguir esta personalidad radica en el hecho peculiar que estos pacientes no culpan nunca a los demás ni a las circunstancias, sino que asumen que es el destino que les ha tocado vivir, no quedándole otra opción más que asumirlo y llevar a cabo lo que tiene que hacer de la mejor manera posible, aunque esto esté fuera de sus capacidades normales. Lo cual lo debilita física y emocionalmente, como si viviera su existencia de manera forzada. La sensación permanente es que lo que tiene que realizar en la vida no es adecuado para una sola persona ni posee las habilidades correspondientes. “Nunca tiene éxito” es un síntoma clave también, lo cual refleja no solamente un mapa subjetivo sino un paradigma que se manifiesta objetivamente y que tiene que ver mucho con mapas maternos en este caso. Un rasgo distintivo a su vez es la pérdida de la madre, la cual muchas veces no es real sino percibida como una sensación, un temor o un sueño recurrente. El paciente siente que su madre lo ha abandonado o que pronto lo perderá, lo cual detona muchos síntomas, sobre todo gástricos y hemorroides. Individuos que se sienten frágiles ante la vida, que nada les satisface, sienten que han errado su camino o que el destino les ha sido adverso, pero que sienten que han perdido el afecto o la presencia de su madre. Hijos que tienen terror a que su madre muera. Individuos a quienes la vida se les ha vuelto pesada y adversa a raíz de tener conflictos con la madre, con quien anteriormente llevaban muy bien. Todos los muriáticos están relacionados con la figura materna, así como los carbónicos con la paterna. Mientras que los ácidos tienen que ver con deterioro, disolución y pérdida.
Es importante también señalar que este ácido comparte muchos rasgos con Natrum mur: pena silenciosa, propensión a recordar hechos pasados desagradables, naturaleza taciturna y apartada, miedo a perder el control, contención emocional, naturaleza melancólica, así como la incapacidad de orinar en presencia de otros. Como Natrum mur, Muriatic acid también se queda absorto, no sólo pensando en el pasado sino en el futuro. Gime suavemente y se queja constantemente, tiende a estar triste, taciturno, irritable e inquieto. Sin embargo, su naturaleza ácida y sus muy peculiares características lo convierten en un gran complemento de Natrum muriaticum además de un profundo remedio por sí mismo.
Entre sus síntomas físicos más importantes cabe mencionar una triada patognomónica: de debilidad, diarrea y fiebre es muy característica, ya sea de manera aguda o crónica. Muy notable es el hecho de que este cuadro no cursa con ansiedad, a pesar de su condición el paciente se encuentra lúcido y tranquilo. Gran debilidad y cansancio, en cuanto se sienta, al paciente se le cierran los ojos. Enfermos que se hunden o resbalan en la cama, no pueden sostenerse por sí mismos, lo cual es probablemente su signo más conocido y por el que es más frecuentemente prescrito en potencias bajas y medias. Debilidad muscular extrema, sobre todo en personas adictas que han abusado de drogas o después de graves enfermedades. Transpiración muy abundante, incluso al voltearse de la cama, sobre todo de la izquierda a la derecha. Las partes afectadas están azuladas o cianóticas: lengua, hemorroides, ulceraciones, etc., además de presentar dolores ardientes. Gran remedio de vértigo, peor acostado del lado derecho pero que mejora volteando hacia la izquierda, acompañado muchas veces de náuseas y de afecciones hepáticas. Asimismo, es un medicamento importante para cefaleas de todo tipo, incluso migrañas, cuando los síntomas generales o mentales están presentes y cuando hay sensación de que el cerebro estuviera suelto dentro del cráneo, peor al levantar algo pesado. Dolor de cabeza mirando fijamente cualquier cosa, por ruidos de pláticas lejanas y mejor por estornudar. Defecación y micción involuntaria al eliminar flatos, sobre todo en pacientes muy debilitados, consumidos: no puede orinar sin defecar simultáneamente. Palpitaciones cardiacas que se perciben en la cara. Aversión extrema a la carne, el sólo pensar en comerla le es insoportable. Sus modalidades fundamentales están lideradas por la agravación por el reposo, a pesar de su extrema debilidad. Después de dormir se agrava también, así como por bañarse con agua fría. El movimiento, suave y continuado, le mejora especialmente, aunque a veces se siente completamente incapacitado para realizarlo. Mejora por calor y acostado.
|